Han tenido que pasar casi cuarenta y siete años para poder disfrutar de este paraje.
Unas veces por otras, porque está aquí al lado,
porque no cuesta nada ir a verla ...
Porque no siempre se encuentra el tiempo necesario. Porque a veces preferimos recorrer cientos de kilómetros para ver otros paisajes ...
Por todas esas cosas, han tenido que pasar casi cuarenta y siete años de mi vida para, al final llegar hasta la Laguna de Gallocanta.
Quizás a merecido la pena, este año se bate record de Grullas en la laguna (al menos eso dicen).
Sea como fuere, el pasado 31 de Diciembre, del 2013 ya fallecido, estuvimos allí mi familia y mis amigos.
Os dejo unas fotografías de la visita.
Transmiten un grado de paz y tranquilidad, solo empañada por el ruido de las grullas. Por sus chillidos, por el batir de sus alas.
Dedicado especialmente a Olga, que algún día sabrá perdonarme ..... :-)
sl2
isidro+
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